¿Cómo enamorar a la misma mujer todas las veces?
Lic. Psicología Hugo Santiago Treviño
“Tan buen seductor es aquel que conquista muchas mujeres, como aquel que enamora la misma mujer, todas las veces” Slogan de maestroscasanovas.com
En el primer artículo publicado del tema, hablé acerca de los 10 motivos que deberás evitar, como razones principales para casarte. Hablamos también, del fundamento más importante, sobre el cual debe estar basada la elección de pareja el cual aún sonando romántico: siempre será el amor. También te compartí de que debemos sacudirnos a como dé lugar, la dependencia emocional, huyendo de la idea equivocada de creer que la pareja que tenemos tiene la obligación de hacernos feliz.
También señale que tan fácilmente nos enamoramos!. Algunos hombres, así como algunas mujeres satíricamente, pareciera que tienen corazón de “condominios”, tienen un corazón tan comunitario, que se permiten enamorar continuamente. Como también es verdad, que los matrimonios con el paso del tiempo y la madurez en pareja, van perdiendo la pasión de su unión. Recapitulando esto, continuemos con el tema…
Hombres y mujeres deseamos de forma intensa, poseer intimidad en pareja, anhelamos vidas íntimas, anhelamos ser la mejor esposa o el marido ejemplar, anhelamos profundamente pertenecer a alguien para vivir una pasión.
¿Pero por qué a veces fallamos en nuestro matrimonio? ¿Por qué nos debilitamos en el querer? ¿Por qué a veces dejamos de amar con la misma intensidad? La rutina, en demasiadas ocasiones es el peor enemigo de nuestra preciada intimidad!
Déjame decirte una realidad fundamental en los matrimonios hoy en día, las mujeres desean un esposo-amante! Los hombres también desean una esposa que al mismo tiempo sea amante! Solo que la esposa queda atrapada en el papel de ama de casa y el esposo queda como el proveedor. Que error tan grande! Con la adopción de esos roles dejamos de ser importante el uno para el otro! Si nos vencemos en estos roles podemos perder nuestro primer amor!
Nosotros los hombres cuando somos jóvenes nos esmeramos tanto en llevar flores a nuestra amada, ser detallistas, cariñosos, así como atentos, nos esmerábamos en decirle todo el tiempo que amábamos a nuestra mujer, lo demostrábamos con palabras, con hechos. En pocas palabras vivíamos a flor de piel, nuestra pasión.
Las mujeres también cuando son jóvenes son tan femeninas durante el noviazgo, se arreglaban mas, se maquillaban con mayor esmero, se vestían bien, eran en extremo cariñosas, le decían continuamente, al hombre cuanto lo amaban y hasta cocinaban para ellos! (Cocinar, arte olvidado por algunas mujeres) Ahora tanto hombres como mujeres suponemos que nuestra pareja ya sabe todo esto dando lugar a la absurda rutina.
¿Qué nos sucede a los hombres y a las mujeres cuando nos casamos? ¿Qué nos pasa con los años que permitimos que la rutina nos vuelva predecibles, monótonos, insípidos?
¿Por qué se nos escapa la pasión? ¿Por qué permitimos que la vida rutinaria nos arrebate la intimidad con el amor de nuestra vida?
Una verdad importante es que hombres y mujeres somos muy diferentes, manejamos diferentes mecanismos de atracción. A los hombres nos gusta que la mujer reconozca nuestra inteligencia o nuestra fuerza. A las mujeres les gusta que el hombre se muestre romántico, protector, proveedor, exigen además que sea un excelente amante.
La mujer durante el noviazgo recibe estímulos visuales (regalos, chocolates, un peluche, ramos de rosas, perfumes), también estímulos auditivos (“eres tan hermosa”, “estoy enamorado de ti”, “eres mi amor”), estímulos sensitivos (la abraza, la besa, la toma en sus brazos, la protege)
El hombre durante el noviazgo recibe de la misma manera estímulos visuales (un vestido sexi, un excelente maquillaje, joyas coquetas en la mujer); también estímulos auditivos (“eres un gran hombre”, “estoy enamorada de ti”, “me haces sentir mujer”) así como estímulos sensitivos (un abrazo tierno, una mirada cautivadora sensual, un beso apasionado)
Cuando somos novios, visual, auditiva y sensitivamente suministramos amor, pasión y deseo hacia nuestra pareja, pero después en el matrimonio, nos quedamos con un solo suministro de los tres. Es decir una de tres, o le decimos cuanto la amamos o solo la abrazamos o nos limitamos solamente llevando obsequios.
Sí dejas de estimular a tu mujer con algún detalle visual, posiblemente no se sienta amada. Por ejemplo, ella te puede reclamar que siempre la abrazas pero que ya no la sacas a ningún lado, puede reclamarte diciendo que solo “eres un sobón” o quizá le lleves flores y ella rompa en llanto reclamándote que nunca le dices que la amas, o incluso puedes decirle que la amas todos los días pero ya no siente el mismo cariño porque has dejado de abrazarla y besarla con pasión!
La pasión no debe fallar, la adrenalina por nuestra esposa no puede faltar, ocupamos dejar el papel de esposos proveedores o esposas abnegadas para ocupar el desempeño de verdaderos amantes para nuestra pareja.
La mujer también por monotonía, puede cometer el error de dejar de vestirse con esmero (visualmente), no decirle al hombre que es fuerte e inteligente (auditivamente) y dejar de besarlo o abrazarlo con sensualidad (sensitivamente).
Si dejamos de suministrar estos afectos podemos caer en la apatía silenciosa llamada rutina. No lo permitas! El matrimonio exitoso requiere un esfuerzo diario, todos los días, debes regar tu vida matrimonial con suficiente amor si no se marchitará!
Conviértete en amante de tu esposo o de tu esposa, sedúcela cada día o sedúcelo cada día, enamora a tu esposa o enamora a tu esposo todos los días. Jamás es demasiado tarde!
“Tan buen seductor es aquel que enamora la misma mujer todas las veces” Este es el segundo artículo del tema, en el siguiente mes cerraré el tema, hablaré de los mecanismos de atracción, además acerca de como aprender a activarlos en nuestra pareja.
Lic. En Psicología Hugo Santiago
1 comentario:
Y HASTA 20 LA ENAMORARÍA YO
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